El tatuaje implica el uso de una máquina de tatuajes o un método de acupuntura para introducir tinte o tinta en la piel siguiendo un patrón diseñado, formando una pigmentación permanente. Algunos tatuajes son el resultado de objetos extraños que entran en la piel de forma involuntaria, como por ejemplo a través de un traumatismo, lo que provoca una pigmentación cutánea permanente. Debido a los cambios en la estética, el entorno y los requisitos sociales, algunas personas buscan eliminar los tatuajes con el tiempo.
La mayoría de los tatuajes son realizados por hombres y mujeres jóvenes que se hacen tatuajes profesionales, amateurs o cosméticos por motivos estéticos o de expresión psicológica. Estos tatuajes utilizan tintes insolubles de color que se inyectan en la capa dérmica para formar la pigmentación. Los tatuajes traumáticos se producen cuando cuerpos extraños penetran en la piel lesionada después de un traumatismo. Estos cuerpos extraños pueden incluir vidrio, metal, tierra o materiales carbonosos, con distintas profundidades de penetración en la piel.
Clínicamente, los tatuajes se clasifican en profesionales, amateurs, cosméticos, traumáticos y otros tipos.
Los tatuajes profesionales tienen límites de color claros y un teñido uniforme con colores intensos. Los tatuadores profesionales utilizan equipos de tatuaje para inyectar uno o más tintes orgánicos en la capa dérmica a la misma profundidad. Los pigmentos son más estables física y químicamente que los de los tatuajes amateurs. Los colores comunes y sus componentes incluyen mercurio para el rojo, cadmio para el amarillo, cromo para el verde y diamante para el azul. Los pigmentos rojos y amarillos tienden a desvanecerse con el tiempo.
Los tatuajes amateurs tienen una distribución desigual de los pigmentos, bordes poco definidos y colores apagados, generalmente grises o azul-negros. Los no profesionales suelen utilizar tinta china o de carbón, con distintas profundidades de inyección. En China, se suele utilizar tinta doméstica, que se descompone con mayor facilidad que la tinta china.
Los tatuajes cosméticos, incluidos los tatuajes en los labios, las cejas y el delineador de ojos, son comunes entre las mujeres. Suelen realizarse de forma manual o con máquinas de tatuar, utilizando tintes como tinta marrón, negra y roja, que suelen contener iones de hierro u óxido férrico.
Los tatuajes traumáticos presentan una pigmentación que va del gris al negro, causada por la profundidad de la penetración de cuerpos extraños en la piel después del traumatismo. Suelen aparecer en partes expuestas, como la cara y las manos. Con el paso de los meses o años, algunos cuerpos extraños pueden encapsularse en granulomas en la dermis o el tejido subcutáneo, formando una induración palpable.
Desde el punto de vista patológico, los tatuajes se presentan como partículas de pigmento de tamaño submicrónico de formas y densidades variables en la dermis, a menudo alrededor de los vasos sanguíneos en las capas superficial y media de la dermis. Bajo un microscopio electrónico, los tatuajes aparecen como numerosas partículas exógenas en la dermis, con un aumento de fagocitos que engullen las partículas de pigmento.
Esta condición generalmente se puede diagnosticar basándose en la historia clínica y las manifestaciones clínicas.
Durante siglos se han probado distintos métodos para eliminar los tatuajes. En la actualidad, los métodos sin láser provocan más daños locales y efectos secundarios graves, como cicatrices y anomalías en la pigmentación, lo que lleva a su eliminación gradual.
El láser Q-switched es el método más eficaz para tratar tatuajes no deseados con mínimas reacciones adversas. El mecanismo de tratamiento se basa en el principio de acción fototérmica selectiva, donde las partículas de pigmento absorben la energía del láser, se expanden, se rompen en fragmentos más pequeños y luego se eliminan por el cuerpo o son excretadas por las células fagocíticas a través del tejido linfoide.
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